Durante el primer ciclo de Facultad un profesor hizo mención de algunos nombres que era importante reconocer en el mundillo de la literatura contemporánea. De una lista de cinco nombres, hubo uno al cual no había leído, es más: al cual no le conocía ni una obra. Mario Bellatin se llamaba, mexicano de nacimiento, pero de padres peruanos, había transcurrido algunos de sus años en mi grisácea ciudad. El nombre se me quedó grabado y encontré uno de sus libros en la feria del libro que hubo este año en Julio. La diagramación era llamativa, lo ojeé un rato y, sin darle más vueltas, lo compré. El libro era "Perros héroes" y, preocupada en otro libro por entonces y algunas lecturas complementarias para mis cursos de la universidad, quedó en la pila de libros por leer. Acabado el ciclo, hace un par de semanas, lo tomé y lo leí en un viaje de ida y vuelta en micro. Normalmente no leo en ese contexto por el mareo que me causa, pero la historia cambia si las letras son grandes y... esta edición las tenía suficientemente grandes. La historia trataba sobre un hombre inmóvil que con ayuda de un enfermero-entrenador, se dedicaba a criar a sus 30 pastores Belga Malinois. Del relato no sé qué me intriga más: el hecho de que un hombre discapacitado que prácticamente balbuceaba al hablar (pero incluso emitía ciertas palabras en francés) pudiera tener semejante autoridad para sosegar y embravecer animales o el subtítulo que reseñaba Tratado sobre el futuro de América Latina visto a través de un hombre inmóvil y sus treinta pastor Malinois (el cual, dicho sea de paso, se presta para interpretaciones múltiples de acuerdo a la experiencia del lector). Bellatin relata párrafos sin aires pretenciosos, pero no por ello menos peculiares y desarrolla el personaje principal tan solo de acuerdo a lo que éste es ahora. No se entretiene explicando cómo llegó a serlo y la única aproximación que nos da a vivencias anteriores la hace mediante referencias a su hermana y madre, quienes, pese a la disconforme y distante relación que sostienen con él, son al fin y al cabo su familia, razón única por la que aparentemente se 'sobrellevan' y conviven. Inmóvil, pero no retardado mental, mandón y hasta manipulador (recordarán los que han revisado el libro la situación en la que el enfermero corre a traerle un emparedado al escuchar leves grititos), así es el personaje discapacitado de Bellatin. Con los componentes mencionados, Perros héroes es tal vez una de las novelas menos convencionales que he leído y quizás la más impredecible.
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1 comentario:
Ayyy, yo iba a hacer algo así sobre un libro que estoy leyendo, pero el post está en trámite u_U. De Bellatin he escuchado o leído algo sobre su obra "Biografía ilustrada de Mishima", pero aún no me la compro.
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