domingo, 15 de noviembre de 2009

Sin resentimiento.

¿Y tú qué quieres ser?
Abogada. Existen esas que defienden a los presos y otras, a las familias.
¿Defenderías a todos?
Solo si me prometen que no lo volverían a hacer. Las cárceles son feas, todos deberían ser libres.
Y ¿cómo sabes que cumpliría su promesa?
Te das cuenta cuando te mira. Si te da mala espina, ya no lo dejas libre pues.


Miradas que translucen sentimientos, espacio para el arrepentimiento y el perdón. Todas opciones posibles solo en la mente de una pequeña de nueve.

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