No es que no me guste tener tiempo libre, es que sentirme productiva me gusta más. Por ello, casi a manera de trueque pre-colonial, me ofrecí como voluntaria en un coloquio de mi universidad, pues a cambio podría asistir a las charlas sin pagar un centavo. Una amplia sonrisa, hablar inglés y facilidad para entender acentos me bastaron hoy. Además, mientras guiaba a los asistentes de un auditorio a otro, tenía agradables conversaciones. Después de guiar a unas mujeres argentinas al auditorio de ciencias sociales, vi a una amiga bajar por las escaleras y empezamos a conversar. De pronto vi a un hombre al que le colgaba un carnet de participante del coloquio. Era alto, de lentes y cabello gris (de esos que se nota que han sido guapos cuando bordeaban los treinta, pero ahora inspiran más ternura y admiración que cualquier otra cosa) e iba y venía con unos papeles entre las manos.
Yo: Disculpe... - como no volteaba, pensé que estaba empleando un código equivocado, entonces corregí - Excuse me... do you need any help?
Él: if I need help? (y empezó a hablar castellano), mi nombre es Fulanitodetal (mostrándome bien la ficha que le colgaba del cuello y por la cual deduje al inicio que se trataba de un participante del coloquio)
Yo: Oh, bueno, pero... necesita ayuda?
Él: No, pero me parece increíble que quieras ayudarme. Con qué quieres ayudarme?
Yo: Oh, no, nada, nada. Es que parecía perdido, por eso hablé en inglés.
Él: Ah, bueno! (y nos alejamos)
Tenía que volver a mi rol de voluntaria, así que dije adiós a mi amiga y empecé a caminar muy rápido. Vi de nuevo al señor a quien pretendí ayudar (sin que necesitara mi ayuda ) hace un momento, me sonrió y tuvimos una conversación de segundos que recuerdo así:
Él: Qué haces como voluntaria?
Yo: Bueno, acompaño a la gente a los auditorios, acomodo los papeles con los nombres... (unas personas que se acercaron a saludarlo me interrumpieron, una vez que acabaron continué) y usted? dicta clases en la universidad?
Él: Sí, desde hace 25 años
Yo: En filosofía?
Él: No, en economía
Yo: Vaya! bueno, yo me voy por aquí, chau (e hice adiós agitando la mano)
Acabado mi horario de apoyo, me dirigí al auditorio de derecho en el que (por fin) todos los asistentes se juntan para escuchar una misma charla (usualmente se dan varias en simultáneo, en auditorios distintos). Cuando llegué, el señor economista con el que me había visto un par de veces estaba sentado en el panel, junto a cuatro personajes más. La mujer del medio, una inglesa, lo presentó diciendo and here's Fulanitodetal, who basically doesn't need an introduction, he's running this whole thing. Ala. Era el organizador de todo y además súper conocido en el mundillo de la economía. Con razón se reía mucho cuando notó que yo sabía tanto de él, como él de mí (quiero decir: nada). Para mí las cosas no cambian mucho, le hubiera hablado con la misma naturalidad de haber sabido la recatafila de títulos que se maneja; creo que la cosa iba más por el lado de que él encontraba inaudito que alguien no sepa quién es (ouch, ego).
3 comentarios:
jajajaja...
aunque dice por ahi que hay gente que prefiere la compañia de quienes no saben quién carajo son... como al buen Kane.
me he reido TANTO con esto, querida raisa...en realidad debió ser un viaje en primera calse de veulta a Tierra para el Excelentísimo señor Fulanitodetal, aunque de todas maneras parece buena gente.
sí, amigos, pero tenían que escucharme imitando las voces. Los veo el Jueves, juguemos jenga! :)
(sí, Filo, fulanitodetal era un encanto, pese a lo dicho).
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