Ni siquiera sé patinar sobre tierra y hoy, como buena, intenté hacerlo sobre hielo. La verdad es que mitad patiné, mitad gateé. La agarradera estaba al medio de la pista y no al borde, asi que para llegar había que mandarse no más (lo cual implicó tantas risas como caídas ridículas).
miércoles, 11 de febrero de 2009
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