viernes, 9 de octubre de 2009

Thai.

(Mi plato. 27 de setiembre, 2009)

Si viviera sola sería la persona más malnutrida, exagerando un poco. Me alimentaría de sánguches o pasteles a la hora del almuerzo. Es que el ritual de sentarse a la mesa a comer solo me parece válido cuando estoy acompañada. Además, cocinar sí que es un faenón. Demoraría de 20 a 30 minutos cocinando y limpiando para luego devorar todo en diez minutos o menos y tal desproporcionalidad me hace pensar que no valdría la pena, ni siquiera por mi propia salud. Sin embargo, la cosa cambia cuando hay gente dispuesta a hacerme compañía y el factor tiempo toma menos relevancia. Como el otro día que preparé pollo al curry en casa. Papá y mamá pusieron cara de "haberlo disfrutado" y yo les creí, confiada en que su gesto era una exteriorización sincera de lo que pensaban. Ximena no tenía la misma expresión, ella comía con cara de resignación y muy despacio. Más tarde me confesó que no le gustaba ni la berengena ni la crema de coco. Este domingo prepararé pollo tikka masala porque quedó crema de coco, muy a pesar de mi hermana, y, además, no es complicado de hacer. De ahí ya no quiero más pollo.

3 comentarios:

Lяn dijo...

Yo no podría cocinar, creo que ese es el mayor impedimento cuando pienso en vivir sola..así que también comería tonterías. A lo mejor me consigo una nana :D.

Pd. Debo probar tu sazón Raisa.

Kerad dijo...

cocinar es entretenido, todos los aromas, texturas y colores... medir, mezclar, freír, rayar, cortar... tantos verbos distintos en un solo arte.

ja! mi palabra para verificar que soy humano es "hypod"

Aisha dijo...

Lorena: Algún día cocinaremos juntas.

Roni: "medir, mezclar, freír, rayar, cortar... tantos verbos distintos en un solo arte" JAJAJA, quemaste!