Cuando dejé el colegio en el 2006 hice de la canción que corea al colegio no voy más, ni huevón prácticamente mi himno. No porque no quisiera a los amigos que hice ahí, pues ellos son unas bellas personas; sino porque no me gusta el sistema de enseñanza que se se usa en los colegios, nunca lo pude hacer mío, la verdad. Esta vez todo es distinto. Ahora, dos años después dejo atrás una nueva etapa, probablemente una de las mejores de mi vida. De eso se trata, de que algunas puertas se cierren para que puedas abrir otras. Sin embargo, en ese trance en el que sabes que una etapa se ha cerrado no puedo evitar sentir mucha pena. Es cierto que me gusta descubrir cosas nuevas, pero eso no significa necesariamente dejar atrás tantas cosas. Porque la verdad es esa. Las cosas quedan atrás, aunque muchos te digan que "todo va a seguir igual", yo sé que van a ser muchas las cosas que cambiarán. Gracias, EEGGLL, por dos años increíbles de re-descubrimiento de mí misma, gracias por ampliar la visión que tengo de mi entorno y gracias por haber sido el lugar perfecto para encontrar amigos que me encantaría conservar por siempre.
pd. Con este adiós, quedan implícitos los adioses al café cultural, al señor amargado de la sala de cómputo, a la sala de estudios, al noble sheriff, pero sobre todo, el adiós a la parcela.
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