Cuando decidí abrir mi primer blog de moda, una de las decisiones más difíciles fue la de elegir en qué idioma redactaría en este. Lamentablemente, solo manejo dos idiomas; mi bello español, tan rico en modismos y súper expresivo y el inglés, idioma que llevo estudiando desde que era apenas una niña y que aún no logro hablar como si fuera mío; sin embargo, la idea de hacerlo en inglés, me ofrecía mejorar mi manejo de éste y a la vez adentrarme en la libertad para vestirse y el estilo que hay en otros países, además es el idioma que habla el mundo, ¿no?. Puse ambas opciones en una balanza y supe que mi blog sería leído por más personas si lo escribía en inglés. Que divertida sonaba la idea de conocer a aquellas personas de todo el mundo que compartían mi interés por la moda y el estilo, que no mirarían con cara de extrañamiento mi forma de vestir (es más, se vestirían igual de 'raro') y encima sabrían quien era Marc Jacobs y conocerían a los "street hunters".
Mi interés por el vestir se remonta al año 2006, en el cual descubrí los tesoros añejos que escondían los armarios de mamá y mis tís. Aquel mismo año en que me había dado cuienta de que, en realidad, no me era relevante si fulanita tenia mi mismo sweater porque sabía que si lo combinaba diferente que ella, muy pocos se percatarían de aquel incidente.
En un país, en el que el 12% vive en pobreza extrema (no tiene dinero suficiente ni para cubrir las necesidades báscisas como alimentación y vivienda) y el 54% de habitantes, pese a tener que comer, vive ajustado, pues gana menos de 450 nuevos soles ( $150 aproximadamente) al mes. Como si eso fuera pòco, vivo en Lima, una ciudad, que pese a serlo está llena de prejuicios, prejuicios que frenan los intentos de la mayoría que intente ser diferente al resto, pues temen ser tildados de "huachafos". Y en fin, es básicamente así como mi lista de potenciales fashionistas se hace escueta.
Una chica con cero interés en estilo, usará a diario un polo sencillo, un jean de bota ancha y zapatillas, sobretodo skechers o converse; le bastará con sentirse cómoda.
Ahora, la
fashionista peruana, usualmente proviene de clases medias y altas, ¿Por qué? porque solo ellas tienen sus necesidades básicas cubiertas y tienen dinero extra (en la gran mayoría de casos por obra de sus padres) para algún gusto. Estas jovencitas suelen llenarse de las cosas que los catálogos de tiendas les dicen que lleven y comprarse el último top de alguna marca para
surfers es un básico en su agenda (sí de esos simplones, en los que solo dice "Roxy" o "Billabong" en letras enormes y en la etiqueta dice "Hecho en China", pero igual cuestan caros). Mientras que son muy pocas las tiendas grandes en el país y la ropa tiene que ser de
marca, todas terminan uniformadas, usan lo mismo. las siguientes prendas y combinaciones son las que utilizaría la conocida limeñita
pituca y bien fashion.
Las fotos que mostraré a continuación son fotos de peruanas, tomadas de la página web de la revista
Caretas, revista peruana que suele tratar temas de actualidad, política y economía y que hace ya algún tiempo viene sacando también un suplemento llamado ellos&ellas. En el suplemento mencionado hay un segmento denominado "¿va o no va?" en el cual ponen a las recurrentes a los diversos eventos sociales limeños y claro, al exclusivo balneario
Asia bajo el escrutinio de una crítica - Dios sabe quien, no pude encontrar su nombre - que dice quiénes son aquellas mujeres cuyo vestuario está a la moda (va) y quienes mejor se regresan a cambiar (no va). Las decisiones de aquella crítica en cuanto a lo que "no va" me han parecido en varios casos cuestionables, pero bueno, no es mi trabajo y no es que yo sea una experta tampoco. Ahora vamos a las fotos, que son las de las mujeres que esta crítica (o crítico talvez) considera lucen muy a la moda. Solo para anticiparles algo: vestidos geométricos, las micro-faldas de jean, escotes prominentes, zapatos que combinen con la correa, cartera y hasta color de uñas son solo algunas de las cosas que verán a continuación.
No petendo criticar las fotos vistas, lo único que pido es algo más de creatividad. La chicas lucen bonitas, talvez; pero ¿y diferentes?. La gente que toma riesgos es muy poca y la individualidad y originalidad al vestir no abunda. En una sociedad en la que llevar ropa de marca es un
must y en la que se condena a aquella que simplemente no se viste como dicen las revistas o como la mayoría lo hace, el terreno para los
fashionistas (de esos que se atreven a ser sí mismos y le dan ese toque especial a su vestir diario que los diferencia) se hace más abrupto. Vamos, no seamos esclavos de la moda y empecemos a desarrollar un estilo propio, que nos diferencie, aquel con el cual nos expresemos; asimismo entendamos que para lucir bien no es necesario gastar tanto dinero, es solo cuestión de buscar nuevas opciones en tiendas, apoyar a diseñadores nuevos y a la industria peruana (Gamarra, alguien?).