Inexplicablemente, me levanté con el mejor humor del mundo. No había llegado siquiera a la mitad de la lectura de Coseriu y sabía que jalaría la práctica de más tarde; había quedado con unos cuantos amigos en la rotonda de la facultad a las 5.30 pm y no me molestó dejar mi segunda prueba del día, la de Teatro Romano, a medias apenas llegó la hora acordada. Agarramos el primer taxi que aceptó ir hasta el Monumental y en el camino fuimos mencionando que canciones eran las que considerábamos las fijas; en realidad, terminamos yendo primero a la casa de Jessica en donde su mamá se había asegurado de mandarnos bien papeados al concierto y había comprado pizza y chela para todos.
Pasadas las ocho, pensamos que ya era tiempo; pese a saber que mis expectativas no deberían ser tan altas, no podía evitar sentir emoción. Al llegar al lugar y ante todo, celulares y cámaras a buen recaudo. Varios revendedores vociferando "compro general, compro general" a los cuatro vientos. El olor a marihuana se iba haciendo más notorio conforme los exteriores de la explanada se iban atestando de gente (de todas las edades, era alucinante ver a gente de la edad de mis viejos medio coqueados, medio ebrios), pero ya me había hecho la idea de que en un concierto de rock ácido, ésta no podría faltar.
La cola no fue larga, al entrar ni me revisaron, rápido empezamos a buscar un buen lugar (con ello me refiero sobretodo a un lugar en el que la hierba no oliera demasiado). Cuando escuché los primeros acordes de Love me two times supe que todo había valido la pena; cantamos, nos dejamos llevar, nos movimos, gritamos, de todo. Juro que intenté no comparar a Brett Scallions con el gran Jim Morrison, pero él se prestaba a ello y por lo tanto, en muchos momentos se me hizo inevitable; el vestuario y varios de sus movimientos eran una fiel copia (en mi opinión); sin embargo, en voz no estuvo tan mal. Las canciones que me hicieron la noche fueron definitivamente Alabama song y when the music's over. Krieger y Manzarek hicieron lo suyo, ambos son para mí unos sex machine (sobretodo cuando Manzarek hizo ese 'pasito', no entienden cuanto lo amé, aunque también me cagué de risa), fue genial tenerlos ahí, ¡estaban ahí!, los mismos de mediados de los sesentas, la misma vibra.
Faltaron varias canciones, hicimos algo así como una alianza con un tipo que no manyábamos para gritar "People are strange" hasta desgañitarnos, pero terminaron tocando light my fire, la viví, pero ¿acaso fui yo la única que la sintió demasiado rápida?, también me dolió un poco que no hicieran la de the crystal ship, pero lo entiendo, solo porque creo que la voz de Scallions no hubiera dado para ella; otra cosa fuera de lo común fue que no tocaron la canción de la gira, exacto, no hicieron riders on the storm.
Ya al final, varios saltaron las vallas, nosotras la picamos apenas vimos a la gente hacerlo, pero no logramos pasarla. No me arrepiento de haber ido a general, pues no era tanto por el show por lo que fuimos, sino por lo instrumental (fue algo que Jessica y yo analizamos mucho antes de decidir en qué zona comprarla); probablemente si hubiera ido a preferencial, sí me hubiera arrepentido y hubiera pensado que mejor hubiera ido a general. Al final, la pasamos paja, fue así como me imaginé que sería (no menos bueno, pero tampoco mucho más). Luego de escribir todo esto, acabo de recordar que la ropa que usé aquel día yace aún en alguna parte de mi cuarto, oliendo a una mezcla de todo tipo de estupefacientes.
Ahora opinen ustedes, ya hay videos en youtube, por cierto.