viernes, 30 de octubre de 2009

Y el reloj en tu puño marcó las tres.

Serú Girán, Viernes 3 pm.



Cambiaste de tiempo y de amor,
de música y de ideas.
Cambiaste de sexo y de dios,
de color y de fronteras,
pero en sí, nada más cambiarás.

jueves, 29 de octubre de 2009

Heute.

No me gustan los hombres. Las mujeres, menos.
Ay, 'soy Raisa y qué misántropa soy'.


(Las excepciones existen y las cuento: unodostrescuatrocincoseis).

martes, 20 de octubre de 2009

Inconstante.

Computadoras del Z. En hueco, verán.

Casi las 11 de la mañana y no sale el sol. Ayer tampoco salió. Antes de ayer, sí y vestía de invierno. De ninguna prenda me deshice en ese momento. Aunque abrigadoras, muchas no eran y el despojo de una sola implicaba la exhibición de otra que la gente no acostumbra a ver a menudo en público. Pensé que el clima continuaría así y muy entusiasmada traje mis lentes de sol (los de marco celeste) ayer. Mi pronóstico resultó errado: niebla es todo lo que hubo y no los usé. Hoy también los traje y, según percibo, creo que tampoco me los pondré. La verdad es que la única razón por la que lamento la ausencia del astro rey es no poder ponérmelos. O sea -casi nunca digo 'o sea'-, no quiere decir que me guste el sol; solo me pregunto a dónde se va justo cuando traigo los condenados lentes.

domingo, 18 de octubre de 2009

Día feo.

Qué federicos son los domingos. Son mi día menos favorito de la semana porque descargo en ellos mi frustración de que al día siguiente será lunes. Lo gracioso es que ni siquiera los lunes mismos se me hacen tan pesados. Los martes sí me gustan, hay ofertas siempre.

jueves, 15 de octubre de 2009

Cambio de hábitos.

De acuedo a información proporcionada por el Tyndall Center vía la organización 350, Perú se encuentra entre los diez países más volnerables frene a eventos climáticos y hasta la fecha, ha perdido ya el 33% de su supericie glaciar equivalente a diez años de consumo de agua en Lima. Nosotros, siempre tan pretenciosos de nuestra superioridad intelectual frente al resto de seres vivos, tenemos que empezar a vanagloriarnos de dicha posesión mediante actos y no solo llenarnos la boca de palabras. Dejemos de haceros los locos, hay cosas que sí podemos hacer para no joder tanto al planeta en el que nos tocó vivir. Hoy el evento Blog Action Day pone sobre el tapete bloggero el tema del cambio climático y me sumo a la causa lanzándome a dar algunas pautas para el logro de un comportamiento más amistoso con el medio ambiente. Nada de los típicos consejos de "no tales árboles" ni "no chambees en minería artesanal", que a no ser que seamos dueños de una gran industria papelera o vivamos cerca a Yanacocha, no se relacionan mucho a nuestra experiencia. Bueno, al grano. A continuación, una cortísima lista de hábitos cuyo cambio sí está a nuestro alcance. Un uso adecuado de energía, reduce la emisión de gases de efecto invernadero que conllevan al calentamiento global (según el informe de Naciones Unidas sobre el cambio climático, la temprature ha aumentado ha aumentado entre 1901 y 2005 0,74 grados centígrados y continuará haciéndolo si no hacemos algo). No dejes la tele prendida cuando no la estés viendo, apaga la luz cuando no la necesitas, utiliza focos que consuman poca energía (esos que bien llaman 'ahorradores') y no te olvides de desenchufar los aparatos electrónicos que tengas. En segundo lugar, está el imperativo del uso conciente del agua. Lima es un desierto; si no cuidamos nuestro consumo diario de agua, eventualmente, ésta nos hará falta y tendremos que mudarnos a un lugar en el que llueva las veinticuatro horas del día si queremos sobrevivir. Báñense rápido y con poca agua (lo cual no debe ser traducido, bajo ninguna circunstancia, como "solo lo principal") y cierren la llave de agua cuando no necesiten que caiga. Finalmente, el Metano producido por la basura contribuye al cambio climático y solo hay una palabra que puedo decir ahora: Reciclen! No es muy complicado, re-utilicen los materiales que tienen en casa y no compren cosas si no las necesitan (ya sé que es difícil en esta sociedad enajenada por la idea de consumo como progreso, pero confío en su buen tino para reconocer cuando se están pasando de la raya).





[Y disculpen que no les elabore un ilustrativo brochure,
pero tengo que apagar esta cosa
(para que vean que creo en mi discurso 'verde')]

lunes, 12 de octubre de 2009

La ausencia de sonido.

Encontré un contexto en el cual el silencio dista de ser de mi agrado, en el que me es prácticamente imposible sentir comodidad mientras permanezco callada. Normalmente, me sirvo de las escaleras para trasladarme cuando ando sola y ello hizo que, hasta hace poco, no se me haya ocurrido cuestionar al silencio como placentero. Y es que las circunstancias conllevan al encuentro de excepciones a toda regla. Es así como, cuando aliado a espacios de tamaño limitado en los que se está prácticamente hombro con hombro con la persona próxima, el silencio prolongado suele tornarse perturbador. Los celulares sin señal y el hecho de compartir un cuadrilátero con personas inéditas aportan a la sensación de hermetismo como algo ya no tan positivo. Lo increíble es que, aún con todo, no se puede no comunicar y si no se oyen voces, será nuestro lenguaje no verbal el que se manifieste. A veces, nos miramos de reojo, mientras ensayamos fichas descriptivas mentales. Otras veces, simulamos pensar en algo externo y miramos hacia un punto fijo, cuando en realidad nada nos gustaría más (en ese momento, por lo menos) que conocernos para dejar de sentirnos así. Aún sin comprender cabalmente cómo es que un tiempo tan corto (de segundos, tal vez) puede resultar tan molesto, todos sabemos que lo es y nadie suelta palabra. Ni siquiera yo. Al igual que los cementerios, parece que hubieran sido creados para que no se emitiera sonido alguno dentro. No me gustan los ascensores.

domingo, 11 de octubre de 2009

Suena en mi cabeza.

I know I did us both all so wrong,
I know I'm not always all that strong.

A-b-c-d-e-f and -g.
Oh that reminds me of when we were free,
before life began to tear us apart,
Remember those classes when we thought we were so smart?

We were lovers in every way,
left school together, went back to my place.
Negrita





One last time, The kooks.

viernes, 9 de octubre de 2009

Thai.

(Mi plato. 27 de setiembre, 2009)

Si viviera sola sería la persona más malnutrida, exagerando un poco. Me alimentaría de sánguches o pasteles a la hora del almuerzo. Es que el ritual de sentarse a la mesa a comer solo me parece válido cuando estoy acompañada. Además, cocinar sí que es un faenón. Demoraría de 20 a 30 minutos cocinando y limpiando para luego devorar todo en diez minutos o menos y tal desproporcionalidad me hace pensar que no valdría la pena, ni siquiera por mi propia salud. Sin embargo, la cosa cambia cuando hay gente dispuesta a hacerme compañía y el factor tiempo toma menos relevancia. Como el otro día que preparé pollo al curry en casa. Papá y mamá pusieron cara de "haberlo disfrutado" y yo les creí, confiada en que su gesto era una exteriorización sincera de lo que pensaban. Ximena no tenía la misma expresión, ella comía con cara de resignación y muy despacio. Más tarde me confesó que no le gustaba ni la berengena ni la crema de coco. Este domingo prepararé pollo tikka masala porque quedó crema de coco, muy a pesar de mi hermana, y, además, no es complicado de hacer. De ahí ya no quiero más pollo.

miércoles, 7 de octubre de 2009

En el rostro.

Me han brotado un par de hermosos granos. En mi mejilla nació el primero, el jueves de la semana pasada. Lo detecté cuando miré en el espejo mientras lavaba mis dientes con esmero, recuerdo bien. El segundo se encuentra en mi mentón, pero les mentiría si dijera que recuerdo exactamente cuando salió. No me generan mayor trauma. Se ven divertidos, además solo están de visita. Mañana acaban las evaluaciones parciales y con ellas mis antojos de pan con mantequilla.

viernes, 2 de octubre de 2009

Serenidad nula.

Me di cuenta de que estaba nerviosa. Cuando lo estoy, soy incapaz de apretar las manos. Abro, cierro y... nada.

jueves, 1 de octubre de 2009

Parciales.

El miércoles tengo un examen.
El martes, dos.
El lunes, tres.

(7, 6, 5)